La pareja española se impone a Griekspoor y Koolhof en el súper 'tie-break' y accede a los cuartos de final, donde se encontrará con los estadounidenses Austin Krajicek y Rajeev Ram (miércoles, 19 horas)
GREGORIO LEÓN
Sonríe Alcaraz. Rafa Nadal, con semblante relajado, lo felicita. El murciano acaba de conectar un paralelo. Es solo un punto más. No es el mejor punto. Ni el definitivo. Pero expresa la complicidad entre dos campeones que eran dos desconocidos hasta hace nada en el complejo género de los dobles y que ahora hacen una pareja que sigue enamorando. De la inarmonía en algunos pasajes de su estreno a la sintonía plena. Del 'nos estamos conociendo' al 'qué bien que lo pasamos juntos'. Hubo momentos de mar picada. De olas que se alzaban amenazantes. Al océano nunca hay que perderle el respeto. Pero la embarcación navega, con seguridad. España sigue apuntando al oro. Con esta pareja todo es posible.
Sí. Los partidos de dobles esconden una extraña complejidad. Y este no iba a ser la excepción. Por mucho que los doblistas sean dos tenistas como Alcaraz y Nadal, uno elevado a la categoría de mito, el otro designado como heredero. Tallon Grieskpoor es capaz de complicarle la vida a cualquiera. Que le pregunten a Carlitos, que el día anterior se llevó un susto con él. Y Wesley Koolhof fue número uno del mundo en esta especialidad de dobles. No fue extraño que el partido transitara por el camino de la igualdad, con las dos parejas sacando adelante sus turnos de servicio. Hasta que se impuso el talento. Carlos Alcaraz firmó la primera ruptura, con una derecha cruzada. Y Nadal, voleando pegado a la red, se transformaba en un muro impenetrable. El manacorí imitaba a Alcaraz, que ha hecho de sus reacciones felinas una marca claramente identificable. Y por esa vía España atrapó el primer set.
Los neerlandeses remaban contracorriente. Se pusieron a la faena de remontar. Para empezar, en el primer punto del siguiente capítulo, un ace. Coqueteó con el break en más de una oportunidad la pareja española, pero Grieskpoor y Koolhof se levantaban, incluso en las situaciones límite, como en el noveno juego, que pudo dejar un 5-4 y servicio para 'Nadalcaraz'. Aún quedaba camino por recorrer. Y como el rival no terminaba de caer, no hubo más remedio que resolver el pleito en el 'tie-break'. Y entonces apareció la mano de Koolhof para conducir el partido al tercer set.
Y en el súper 'tie-break' Carlos Alcaraz y Rafa Nadal dejaron aflorar todo su sapiencia. Una pareja que se sabe todas las respuestas.
En cuartos de final esperan a la pareja española dos estadounidenses: Austin Krajicek y Rajeev Ram. Los americanos, que batieron a los brasileños Thiago Monteiro y Thiago Seyboth Wild por 6-4, 7-6(3), aunque son especialistas en la disciplina, no son pareja habitual en el ATP Tour. En su único torneo en 2024 la pasada semana en Hamburgo alcanzaron las semifinales.
