El club prepara un dosier para defender sus derechos, y emitirá un comunicado este miércoles.
GREGORIO LEÓN
El grado de indignación en el Real Murcia es elevadísimo. Y no queda reducido a la masa social, al ruido incesante de las redes sociales. Ni siquiera termina en el banquillo, con la denuncia expresa que hizo Fran Fernández en rueda de prensa. Ni en la dirección deportiva. Asier Goiría llegó a decirle al colegiado "es una puta vergüenza, vaya mierda de arbitraje", de acuerdo al texto de acta arbitral redactado por Román Román. La irritación llega la cúpula del club, que se va a movilizar para defender los derechos de la entidad que se ha visto gravemente lesionada por decisiones que le dejaron con escasas opciones de salir con la victoria de Santo Domingo.
El Real Murcia está haciendo acopio de información y pruebas videográficas que acrediten fehacientemente los errores del árbitro. El resultado es inmutable. Pero en el club quieren limitar los efectos de las consecuencias colaterales que dejó el encuentro en Alcorcón. La tarjeta roja a Jorge Yriarte y la amarilla a Gazzaniga, que cumple ciclo de partidos, pueden ser defendibles, y el Murcia se ha puesto en marcha para preparar alegaciones. Durante todo el día en las oficinas del club se va a trabajar para encontrar las imágenes que sustentan las demandas del Real Murcia, a fin de que sean revocadas algunas decisiones que perjudicaron de manera notoria al equipo.
"Esto es muy grave", dictamina Felipe Moreno. "Nunca había vivido una situación así", añade el presidente, mordiéndose la lengua. Los dirigentes del Real Murcia no quieren que les dominen las emociones, y por eso van a meditar palabras y actos. Pero van a reivindicar los derechos que le corresponden al Real Murcia, señalando errores flagrantes que desembocaron en una derrota que compromete seriamente las posibilidades de ascenso directo. El miércoles habrá un comunicado oficial. Al presidente grana le ha quedado de ayer una imagen grabada en el cerebro, la de un niño llorando, sin entender las razones de tantas decisiones arbitrales tomadas en contra del Murcia. Y esa imagen representa la imagen de la afición grana, que se sintió ayer en Santo Domingo escarnecida, burlada.
Una queja formal ante la Federación Española, algo que también se valora desde los despachos de Nueva Condomina, tendría poco recorrido. Aunque pueda darle curso, a través de la Federación Murciana que preside José Miguel Monje, el asunto acabaría en Medina Cantalejo, y no tendría más recorrido. En casos parecidos, desde Las Rozas nunca se tiende a reacciones punitivas contra el colegiado que haya podido equivocarse gravemente, salvo algún caso muy señalado que termina en "neverazo". Pero el discurso que emana del despacho del presidente de los árbitros españoles es siempre de defensa innegociable de su trabajo, con un claro instinto protector.
Los futbolistas no han dudado en mostrar su estupor por lo vivido ayer en el campo del Alcorcón. Y más allá del dolor que les recorre por dentro, ha surgido un sentimiento de rebelión ante las adversidades, y que expresa con claridad indubitada el portero Gazzaniga. En su cuenta de X ha escrito: "Contra todo y contra todos". La plantilla quiere transformar la rabia en gasolina.