Los universitarios pierden por 76-71 contra Nanterre, pero siguen dependiendo de sí mismos para ser primeros de grupo. Los de Sito tendrán que ganar en una semana al Nymburk por más de 22 puntos para pasar como líderes
El UCAM Murcia firmó una decepcionante actuación en Paris, perdiendo 76-71, y se complica su pase a los cuartos de final. Comenzó bien el partido, cerrando el primer cuarto ganando por 16-20 con una buena puesta en escena de Hakanson y Ennis. Las rotaciones debilitaron al equipo murciano y empezó a perder balones en el segundo cuarto, entrando en una espiral muy preocupante que le hizo marcharse al descanso perdiendo por 7, habiendo acumulado una desventaja previa de -13.
En la segunda parte las cosas fueron a peor, el UCAM seguía sin rumbo, con demasiados jugadores haciendo la guerra por su cuenta. Sólo Kurucs y Ennis encontraron algunas canastas en pleno festival de los franceses, que entraron al último cuarto ganando por +18, al revisar incomprensiblemente el arbitro una acción ocurrida dos cuartos atrás y quitándole un punto a los murcianos al considerar de dos una canasta que erróneamente había sido concedida en su momento como triple.
Quedaban 10 minutos, el UCAM perdía por 18 y Sito se decidió por los que no habían jugado. Diagne y Radovic pusieron la energía y la determinación que el equipo no había mostrado hasta ese momento. Los franceses dudaron y no estuvo lejos la proeza, que hubiera significado darle la vuelta a un partido que pareció perdido durante muchos pasajes del choque.
Las cuentas son claras, el UCAM necesita ganar el miércoles próximo al Nymburk para asegurarse la segunda plaza. Los números para el primer puesto son más complejos, tendría que ganar en una semana o por 16 (si Falco le gana al Nanterre) o por 22 si los franceses no fallan ante los húngaros, ya defenestrados y sin opciones. Si pierde ante Nymburk y gana Nanterre a Falco, el UCAM quedará eliminado.