El tenista murciano derrota al serbio Laslo Djere (6-2 y 6-4) y ya está en cuartos de final del Conde de Godó. Este viernes (16 horas) se enfrentará a Álex de Miñaur.
GREGORIO LEÓN
La foto que acompaña a este texto es muy expresiva. Carlos Alcaraz celebrando un punto. El público, poblando todos los asientos. Una imagen que se ha convertido en rutinaria desde hace ya unos años. El murciano es el niño mimado del Conde de Godó, desde que lo ganó en 2022. Y nadie quiere perderse un partido suyo. Entre ellos, Joan Laporta, el feliz presidente del Barcelona, que entró y salió de las instalaciones sonriendo. Razones tiene: su equipo va camino de ganar la Champions, y el mayor antagonista lo verá por televisión. Alcaraz agregó más felicidad al dirigente catalán, y a todos los espectadores, con su juego de siempre, ese tenis atómico que deja inerme a cualquier jugador que esté al otro lado de la red.
No hizo concesión alguna Carlos Alcaraz en el capítulo inicial del partido. Cuando los primeros servicios entran, todo es más sencillo. Los problemas que tuvo en Indian Wells y Miami vinieron derivados, en gran medida, por los problemas en el saque, que dejaron una puerta abierta al rival. Pero en Barcelona todas esas vías de acceso las ha cerrado, por completo. Y a partir de ahí, a soltar derechazos. Con ocho winners fue robándole esperanzas a Djere. Asunto finiquitado en apenas 31 minutos.
Hubo un amago de rebelión del serbio en el segundo set. Se atrevió a hacerle un break a Alcaraz para colocarse 4-2. Pero la reacción fue inmediata. El murciano no quería que los problemas crecieran, llevándolo a una tercera manga que lo desgastara físicamente, exponiéndolo al riesgo de una sorpresa desagradable. Otra vez se hizo fuerte al resto, y Djere notó la presión, errando bolas fáciles. El partido ya estaba decantado.
El torneo no da tregua ni descanso a los tenistas. Y ahora llegan los partidos más excitantes. Este viernes (16 horas), la joya de Murcia se medirá a Álex de Miñaur, al que ya derrotó en las semifinales del Godó 2022.