El campeón murciano se tatúa la icónica imagen de la torre parisiense para celebrar su victoria en Roland Garros el pasado nueve de junio.
GREGORIO LEÓN
Generó rechazo de muchos intelectuales franceses. "Alta y enclenque pirámide de escaleras de hierro, desdichado y gigantesco esqueleto", escribió de ella Guy de Mauppassant. Pero no se quedó solo el autor de "Bola de sebo", uno de los mejores cuentistas universales. Un escrito publicado en la primera página de Les Temps, firmado por casi cuarenta artistas, entre los que figuraban Alejandro Dumas hijo (el de "Los tres mosquetros) o Charles Garnier (sí, el de la ópera Garnier) se opusieron radicalmente a aquella nueva figura omnipresente que alteraba el cielo de París.
Estaban todos equivocados. Absolutamente todos. Es casi imposible encontrar en todo el mundo una imagen que se asocie tan íntimamente a una ciudad. Estés donde estés, siempre aparece, enhiesta y orgullosa. Para Carlos Alcaraz tiene una significación doble. Fue bajo sus arquitectura de hierro donde jugó un torneo cuando apenas tenía once años, aquel torneo en el que concedió la famosa y viralizada primera entrevista, en la que expresa sus sueños de ganar Roland Garros y Wimbledon. Y fue en París, siempre observado por la torre que dio cobijo a sus sueños, donde conquistaba el torneo de los Mosqueteros, reduciendo a Alexander Zverev. Prometió tatuarse su imagen, y ya aparece en la pierna izquierda. Debajo aparece una fecha: 09 06 24. Nueve de junio de 2024. La fecha en la que también conquistó París. Y se suma a otra fecha que también aparece en su cuerpo: 11 09 22, 11 de septiembre de 2022, que luce en un brazo, y que siempre le recordará el día en el que ganó su primer Grand Slam, en Nueva York.
De nuevo ha sido Ganga, el prestigioso tatuador de El Palmar, de fama internacional, el que ha dejado esparcir su tinta por la piel de Carlitos.
