El vicepresidente del Jimbee, que fue ya campeón en 2006 como director deportivo de ElPozo, ahora repite éxito en el club cartagenero.
GREGORIO LEÓN
No hay una figura simbólica de mayor valor en el fútbol sala. Nadie como él. Nadie con su juego indescifrable. Un artista de la finta y del engaño. De los goles museísticos. Paulo Roberto ya no desenvuelve sobre la cancha, pero su función ahora en los despachos también es exitosa. Primero fue campeón de Liga con ElPozo Murcia desde la responsabilidad de la dirección deportiva, que desplegó justo el año de la anterior final regional de 2006. Y ahora, también en labores ejecutivas, como vicepresidente del Jimbee. Un éxito multiplicado por dos. Solo Duda puede presumir de ser héroe doble. Un héroe de las dos orillas.
Para Paulo Roberto fueron días de particular sensibilidad, donde se entrecruzaban pensamientos y emociones muy intensas. El domingo, cuando a eso de las ocho de la tarde la pareja arbitral dio por concluido el litigio y el Jimbee se coronaba como campeón, la explosión de felicidad fue completa. Pero se mezclaba con un sentimiento de tristeza. Hacía solo unos días que Paulo había enterrado a su madre. La mujer tenía 78 años.
El fichaje de Paulo por el Jimbee no fue entendido inicialmente. Como tótem de ElPozo, el anuncio provocó un terremoto en las redes sociales. Paulo nadó contracorriente. Pero se ha ganado el afecto de todos, tutelado por el presidente Miguel Ángel Jiménez Bosque, que lo acogió como un hijo.
Este martes ha estado en REGIÓN DEPORTIVA. Ahí lleváis la entrevista completa...