Necesitan un punto en dos jornadas los blanquiazules para ser de Primera Federación. "No sólo con dinero se hacen buenas plantillas", reivindica un técnico que afirma que "los números de estos meses me da miedo mirarlos"
José Miguel Campos está a un suspiro de meter a La Unión en Primera Federación. Con sumar un punto en las dos jornadas que quedan (en casa contra el Águilas o ya en el campo de la Balompédica Linense) bastaría. Incluso con menos si el Torremolinos no gana estas dos jornadas. Hace un año, el experimentado preparador vivía una situación bien distinta: "Llevaba cuatro años fuera de los banquillos y gracias a Quinín, que me conoce de tenerme como entrenador y con el que tengo una gran simbiosis, hemos sabido hacer una plantilla con jugadores de la Región o procedentes de equipos de aquí, como el Yeclano, que venían de ascender. Futbolista competitivos y de la categoría. Y quizá La Unión no era el mejor escenario para firmar, pero este vestuario tiene ambición y ganas".
Un equipo que ha ido creciendo con el paso de las jornadas al punto de creerse capaz de un sueño que está a punto de bordar: "Si en la primera vuelta las sensaciones fueron buenas, con algún retoque invernal hemos logrado unos números en la segunda parte del campeonato que hasta me da miedo mirarlos". Una historia que recuerda a aquel La Hoya Lorca que el propio Campos estuvo a punto de meter en el fútbol profesional hace doce años: "Hay muchos paralelismos con aquel proyecto. Bajo presupuesto y gran resultado. No sólo con dinero se logran buenas plantillas y si no ahí está el caso del Yeclano".
De fondo, los movimientos institucionales para llevarse al club a otra localidad. Posiblemente a Málaga, de donde llega el capital actual. Campos trata de tener a sus jugadores sólo pendientes del balón: "Estamos al margen. Somos conscientes de dónde son nuestros inversores, pero debemos centrarnos en lo deportivo. Julián Luna ha hecho un gran trabajo de fondo en estos años. Y en el vestuario, siendo todos profesionales, iremos donde toque. Me he sentido entrenador siempre y estoy preparado para cualquier reto que pueda surgir". Y es que el futuro es incierto, en cuanto a la ubicación del equipo, pero todo indica que será en Primera Federación. No hay renovación firmada, pero parece cantada: "Hasta que no se logre el objetivo, no lo abordaremos. Pero hay feeling".