Hosteleros, Ayuntamiento y Hermandades, unidos para frenar el deterioro de la Semana Santa de Jumilla
PATRICIA JIMÉNEZ
La Semana Santa de Jumilla, con más de 600 años de historia, es una de las celebraciones más antiguas de España y en 2019 fue reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional, lo que ha potenciado su atractivo turístico y ha contribuido significativamente a la economía local. Sin embargo, en los últimos años, la masificación de público y el consumo de alcohol en la conocida como Tarde de Manolas, ha llevado a la Junta Central de Hermandades y al Ayuntamiento, acompañados de la Asociación de Hosteleros, a pedir respeto para no desvirtuar tan emblemático acto.
Con la declaración de Interés Turístico Internacional han aumentado notablemente las visitas a Jumilla y la masificación es mayor en Jueves Santo, durante el desfile de las Manolas, que se ha convertido en un botellón en la calle Cánovas. Seve González, alcaldesa de Jumilla, señala que esta situación pone en riesgo la esencia de las procesiones jumillanas: "Y a largo plazo podría comprometer incluso el reconocimiento de nuestra Semana Santa como de Interés Turístico Internacional", ha añadido.
Así, para preservar la esencia de las procesiones y asegurar su continuidad como atractivo turístico de calidad, el presidente de la Junta Central de Hermandades, Antonio Ramos, ha explicado que este año se implementará un control de acceso en la calle Cánovas del Castillo. "No debemos permitir que el botellón desvirtúe nuestras tradiciones", defiende Ramos.
A este llamamiento del Ayuntamiento y la Junta Central de Hermandades se ha sumado la Asociación de Hosteleros, de la que Óscar Martínez es su secretario.