El geógrafo de la Universidad de Zaragoza afirma que limpiar cauces es una aberración sin utilidad y con graves consecuencias
El geógrafo de la Universidad de Zaragoza y experto en ríos Alfredo Ollero plantea limitaciones urbanísticas drásticas para devolver su espacio a estos ecosistemas y mitigar los riesgos de las inundaciones, cada vez más extremas por el cambio climático. Ollero califica de aberración la limpieza de cauces.
Ollero ha participado en el congreso Ibérico de Gestión y Planificación del Agua que se celebra en Salamanca. El experto defiende que el siglo XXI debería ser el de la restauración ambiental. Plantea como desafío reparar los daños causados en los ríos, sobre todo a partir de los años 50 del siglo XX. Lo principal, dice, eliminar los obstáculos y devolverles su espacio.
En la Región de Murcia, cerca de 300 000 personas viven en zonas con riesgo de inundación. En un contexto de fenómenos extremos cada vez más frecuentes por el cambio climático, el geógrafo aboga por tomar medidas drásticas: dar espacio al río en entornos urbanos fomentando que se desborde en unas zonas para proteger otras, prohibir la construcción en lugares de máximo riesgo, cambios en las normas urbanísticas y en la construcción.
Alfredo Ollero no se pronuncia en concreto sobre el trasvase Tajo-Segura, pero afirma, generalizando, que los ríos afectados por estas infraestructuras no pueden sobrevivir a largo plazo.
El profesor de la Universidad de Zaragoza califica de placebo y aberración la limpieza de cauces. Una medida sin ninguna utilidad que, por el contrario, tiene consecuencias graves, entre otras, un descenso del nivel freático.