El pasado episodio de lluvias da esperanza es "agua bendita" para muchos agricultores del interior de la Región después de cuatro meses sin llover. El sector de la flor cortada es el que más ha sufrido.
El Noroeste de la Región de Murcia es donde más volúmenes de agua se llegaron a recoger. A pesar de eso, el sector no da por seguro que hayan podido salvar la campaña de variedades tempranas de fruta de hueso y la del almendro.
El sector de la flor cortada es el que más ha sufrido. Entró agua a los invernaderos y arrastró las plantaciones, nos explica Jesús Sánchez, el presidente de COAG Cehegín.
Con respecto a los frutales, una vez que se pueda acceder a las plantaciones se hará una valoración, se teme que en las variedades tempranas del albaricoque se haya perdido la flor, según Juan Pedro Martínez, el presidente de Frutas Caravaca.
Misma situación para las variedades de almendro que estaban en flor, nos cuenta Juan Manuel Navarro, agricultor en la pedanía caravaqueña del Moralejo.
El agua ha sido muy beneficiosa para el cereal, que lleva varias campañas en blanco. Con respecto a la ganadería, las pérdidas se centran en infraestructuras, especialmente en los caminos anegados hasta las explotaciones.
En la comarca del Altiplano donde la lluvia de la pasada semana no fue copiosa pero sí bien recibida, el sector agrario lamenta que no ha llegado a tiempo para salvar las cosechas de secano, sobre todo, el cereal. El agua sí ha ayudado a salvar ha sido las plantaciones arbóreas de almendros y viñas.
Jesús Villaplana, presidente de COAG Jumilla, recuerda que las cantidades recogidas de agua han oscilado entre los 40 y 80 litros por metro cuadrado. En este último caso, la fuerza del agua ha acabado causando algún destrozo. Respecto a la floración del olivo las precipitaciones, asegura, les ha venido bien.
En la comarca del Río Mula donde existen unas de las mayores superficies de cultivo de almendro del país se felicitan porque el agua les permitirá no tener que arrancar los árboles. Lo explica Asensio García, presidente de la Comunidad de Regantes del Pantano de la Cierva.
En el Valle de Guadalentín, Juan Marín, presidente de la Comunidad de Regantes de Lorca, coincide con esa teoría. Dice que ha sido agua bendita cuando no caía una sola gota desde hace más de cuatro meses. Ahora Marín espera que el viento contribuya a secar los encharcamientos que se han producido en las zonas donde se han recogido mayores volúmenes de precipitaciones.