Antonio Alcamí: "Habría que vigilar el turismo en la Antártida para evitar un posible contagio del virus a humanos"
El virus de la gripe aviar se extiende por todo el mundo. La campaña de investigación española en la Antártida ha confirmado que la enfermedad ha afectado a algunas especies de aves que han visto mermada su población un 50%, aunque no es el caso de los pingüinos. La clave ahora está en evitar que ese virus se propague a los humanos, por lo que se piden unas rigurosas medidas de control para el turismo que llega al continente helado.
El año pasado 125.000 personas visitaron la Antártida. Y la mayoría de ellas quieren bajar a tierra y para acercarse a los animales y tomar fotografías. Ahí está el riesgo de contagio hacía el ser humano. El virólogo del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa , Antonio Alcamí, pedía esta mañana en Onda Regional, unas medidas de protección exhaustivas para prevenir ese posible contagio de gripe aviar
Alcamí, que ha terminado su segunda campaña en la Antártida, asegura que el virus es capaz de llegar a cualquier lugar del planeta, después de comprobar como se propaga por el continente más austral de la tierra. Su equipo ha recogido muestras que confirman que el virus está circulando por los animales, aunque, en muchos casos, de manera asintómatica.