Los extranjeros son los que las compran casas de 'superlujo', sobre todo, en la costa murciana y eligen Murcia por recomendación de otros compatriotas
Viviendas de lujo de más de tres millones de euros se pueden encontrar en la costa de la Región de Murcia. Hay al menos media docena de inmuebles a la venta en portales de internet y que tienen demanda, eso sí son sobre todo para extranjeros de países como Bélgica, México o Rusia.
El precio de la vivienda sube como la espuma y si consultamos portales inmobiliarios por toda la costa podemos encontrar más de medio centenar de casas o pisos que rebasan el millón de euros. Se concentran sobre todo en el entorno del Mar Menor en la urbanización de La Manga Golf, Cabo de Palos y La Manga. Incluso hay casas que superan los tres millones de euros. La más cara roza los cinco millones en Cabo de Palos. Es una villa situada Cabo de Palos, en Cala Medina con con cinco habitaciones, cuatro baños, 584 metros cuadrados y piscina en una parcela de mil metros cuadrados.
Hemos preguntado en las inmobiliarias de la zona y la respuesta de Alina Batalán de 'Alina 365' es que hay mercado para este tipo de producto. Eso sí, queda restringido para los compradores extranjeros ya que los españoles, en general están excluidos de ese límite de tres millones de euros. En cuanto a los españoles el límite de compra ronda el medio millón de euros, según María José Moreno, gerente de Inmocartago
Los compradores son de alto standing. Alina Batalán destaca el aumento de compradores belgas frente al descenso de los rusos. Los que eligen la Región lo hacen por recomendación de otros compatriotas y realizan las compras sobre todo a través de portales que les ofrecen los inmuebles en sus países de origen.
No todas las viviendas de más de un millón de euros son casas, también hay muchos pisos e incluso nos encontramos en La Manga, en la Playa de las Gaviotas, con un ático de tres millones de euros. Los precios no dejan de subir en todos los puntos de la Región y la costa no queda fuera de este fenómeno. María José Moreno, de Inmocartago, cuenta que ahora son los propios clientes los que ponen el precio de venta y que es superior al de la tasación, y sin embargo se ven sorprendidos porque ahora todo se vende.