PP y Vox acuerdan en la Asamblea que la Región de Murcia promueva acuerdos con países de origen para devolver a menores extranjeros
MACU ALEMÁN / PACO MARTÍNEZ
PP y Vox acuerdan juntos en la Asamblea que la Comunidad Autónoma promueva acuerdos con los países de origen para devolver a sus países de origen los menores extranjeros no acompañados que lleguen a la Región. El PSOE recuerda que estos procedimientos ya están reglados en leyes y acuerdos internacionales empezando por la Constitución.
Los de Abascal han conseguido el voto a favor de los populares para su moción que inicialmente pedía la firma de estos acuerdos solo para menores de Marruecos y Argelia. Finalmente esta formación aceptaba una enmienda del PP para promover la repatriación de niños y niñas de otros países que lleguen de forma irregular a la Región, sin especificar nacionalidad explicaba Virginia Martínez de Vox.
La diputada socialista Lola Jara ha recordado a ambas formaciones que los procedimientos de repatriación ya están regulados en normativa nacional y comunitaria así como en convenios internacionales de protección a la infancia. Junto con el PSOE votaban en contra los de Podemos. El diputado de esta última formación calificaba de hipócrita la iniciativa.
Jawal Romaili: "Tiene poco recorrido"
Hemos hecho una consulta sobre el efecto práctico de esta iniciativa aprobada hoy en el parlamento regional. El abogado especialista en materia de Extranjería Jawal Romaili cree que, desde un punto de vista técnico y legal, la moción tiene "poco recorrido".
En primer lugar, detalla Romaili, porque el proceso de repatriación de menores está perfectamente definido en el reglamento de la Ley de Extranjería, en el que queda claro que hablamos de una competencia exclusiva del Estado que promueve, en su caso, la Delegación del Gobierno y que debe resolverse mediante un proceso judicial individualizado vigilado por la Fiscalía. Las competencias de la Comunidad Autónoma están limitadas a actuar como garante de la protección del menor.
Pero las limitaciones vienen también impuestas por las directivas europeas que regulan los procesos de repatriación y por las convenciones internacionales que España ha suscrito, entre ellas la Declaración de los Derechos del Niño. Reintegrar a un menor a su país de origen no es, nos dice Romaili, "dejarlo a su suerte en la frontera". En este tipo de situaciones hay un principio que no se debe vulnerar nunca: la decisión debe garantizar la seguridad del menor y en ella debe primar aquella solución que más le beneficie.